El sector financiero y sus actividades han sufrido desde los 80’s un proceso desregulador sin precedentes desde antes del crack del 29. La inexistencia de normas y barreras que hayan protegido a las entidades financieras de los países ha provocado que el comportamiento “irresponsable” de unos se haya expandido, como la pólvora, por todo el mundo. El entonces Primer Ministro del Reino Unido, Sir Gordon Brown, declaraba el 9 de octubre de 2008, “estoy enfadado por el comportamiento irresponsable (de ciertos banqueros)” añadiendo que “los días de grandes “bonus” se habían acabado en la City londinense.
Ya sabemos de qué forma el sector financiero ha transmitido sus problemas a la economía real. Pero no deberíamos olvidarnos del DESARROLLO SOSTENIBLE, pues si lo perdemos de vista, quizás sea, después, demasiado tarde para acercarnos.
Los intermediarios financieros y la sostenibilidad. Fuente: Scholtens (2006) |
Este sector de actividad, por su posición en el sistema económico, disfruta de un poder particular. Si se consigue que el sector financiero se comporte de forma sostenible, seguramente sería más fácil alcanzar el fin de la sostenibilidad. ¿Por qué puede ser tan importante para la consecución de la sostenibilidad?
En una primera respuesta, podemos deducir que los intermediarios financieros pueden ser responsables en sus actividades y relaciones con sus stakeholders. Como he señalado en otras ocasiones, la RSE puede ser un camino hacia la búsqueda del desarrollo sostenible y así, de la sostenibilidad.
Pero también, estas empresas pueden dirigir el comportamiento de otras empresas y dirigirlo hacia la RSE. Siguiendo a Schumpeter (1934)[1], nos decía que los intermediarios financieros dirigían los fondos que prestaban hacia sectores con mayor rentabilidad. Esto último significa que estas entidades actúan como catalizadores del crecimiento económico y redirigen los fondos que prestan hacia aquellos sectores económicos con posibilidades de mayor crecimiento. Si se consigue que los intermediarios financieros redirijan los fondos no tanto hacia sectores rentables, sino hacia sectores sostenibles, o responsables, la consecución del desarrollo sostenible será más accesible. La inversión socialmente responsable (ISR) es el camino pero debe adquirir más protagonismo. Este mecanismo sufre de algunas carencias (Scholtens 2006)[2], todavía, que deberían resolverse para que desplegara su total fuerza.
Por tanto, los intermediarios financieros pueden ser responsables en sus propias actividades, pero además, puede actuar como canalizador de fondos hacia las actividades sostenibles. Para ello necesitamos de banqueros con la voluntad, cierta y no condicionada, para el acometimiento de la RSE. Aunque, ante su falta de voluntad, no debemos olvidar que desde la sociedad se puede, y se debe, presionar para que la sostenibilidad sea un objetivo común de todas las entidades del sector financiero.
Vista la importancia para con la sostenibilidad del sistema de los intermediarios financieros, podemos imaginarnos (lo estamos viviendo) su importancia para con la insostenibilidad.
[1] Joseph Alois Schumpeter, The Theory of Economic Development: An Inquiry Into Profits, Capital, Credit, Interest, and the Business Cycle(Transaction Publishers, 1934).
[2] Bert Scholtens, “Finance as a Driver of Corporate Social Responsibility,” Journal of Business Ethics 68, no. 1 (2006): 19–33.