Quién le iba a decir a Giuseppe Tomasi de Lampedusa que su obra Il Gattopardo iba a servir para resumir una ponencia de un partido político, de izquierdas, en un entorno hostil como el actual.
“Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie.
¿Y ahora qué sucederá?
¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado».
…una de esas batallas que se libran para que todo siga como está”.
Pues esa esencia es la que resumiría la Ponencia Económica del PSOE presentada ayer, 25 de febrero, en una jornada repleta de «expertos» y «sabios». Como dice la frase en la imagen vamos a hablar de lo que no se dice. Las formas son muy importantes.
Venimos de una selección de ponentes un poco extraña y nada transparente. ¿Quién ha decidido cuáles iban a ser los criterios de selección de ponentes? Lo pregunto porque parece ser que los que se alineaban con el candidato Sánchez eran excluídos por algún extraño motivo. Además, me gustaría, como militante, saber cuánto me va a costar (al partido) todo este elenco de sabios y expertos, así como la cantidad de actos de comunicación para su presentación. Está el partido para gastos ostentosos.
Si nos planteamos las formas podemos considerar el hecho de que este documento ha sido creado por una élite y se ha trasladado a la sociedad. Haciendo un símil con la RSE, ellos ya saben lo que nos preocupa como grupo de interés. ¡No han aprendido nada! Hay quien afirma que se han producido debates en foros que desconozco y tampoco sé quien ha decidido sobre los participantes. ¿Os suena? Ellos han elegido sus grupos de interés.
En la misma línea de cosas, los sabios y expertos han decidido hablar sobre la situación de los trabajadores. En su representación, en la de los trabajadores, han obviado a los sindicatos. En serio, ¿no os suena? Sí, como en la RSE.
Continúo con el último punto. Para hablar de la desigualdad salarial han invitado a una ONG, Intermón Oxfam. Parece un detalle sin interés, pero es crucial.
No dudo del conocimiento de la ONG sobre este asunto y, menos aún, pongo en duda a la persona que la representó. Lo que quiero evidenciar es el poco tacto de los organizadores de este espectáculo al no invitar a algún sindicato para hablar de ello. ¿No se supone que la izquierda defiende los intereses de los trabajadores? ¿No son los sindicatos los que constitucionalmente representan a esta clase social? ¿ES QUE LOS SINDICATOS YA NO SIRVEN? (¿No os suena esta frase?)
Existe un sindicato, CCOO, en el que se ha trabajado sobre un indicador que mide la desigualdad interna en las empresas. Por el interés que se le otorga a este hecho, el no invitar a nadie que represente a este sindicato me ha parecido un «olvido» que ya muestra por donde va el nuevo proyecto de este partido.
Bueno, visiten el blog de José Carlos González y verán lo bien construido que está este indicador. Los resultados que se obtienen y la posibilidad de réplica en otros sectores.
«Para frenar la desigualdad hay que medirla en cada empresa»
Revisión del impacto en prensa de su última edición
Y no es que tenga un interés especial en que los sindicatos hablen sobre el mercado laboral, sino que lo dice nuestra Constitución y, algunos estudios sugieren que existe alguna relación entre disminución de afiliación sindical y el incremento de la desigualdad.
¿Por qué suceden estas cosas?
Porque lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hará (tiempo correcto) no coinciden. Se mira de arriba a abajo a la sociedad. Ellos son los que saben y nosotros los que sufrimos. Demasiado tiempo delante de un ordenador y muy poco en la lucha en la calle, compartiendo espacio con los perjudicados. Este hecho (objetivo) les lleva a incluir frases tan vacuas como la siguiente:
«Por eso, desde un partido del siglo XXI, las propuestas económicas se enmarcan,
frente a los propósitos conservadores, en la búsqueda de una sociedad más
justa, una democracia más fuerte y un país más moderno».(Página 1 del documento)
«Sociedad más justa» y «un país más moderno». Justa, ¿según qué valores? ¿Los capitalistas? Moderno. ¿Actual? ¿No es lo que queremos cambiar?
No me centro en la flagrante contradicción con lo de una democracia más fuerte, ya que se pasan todo el documento hablando de alejar el poder decisorio de quien vota, trasladándolo a Bruselas.
Otra de esas frases chulas se encuentra en la página 3 del documento:
«El mundo ha cambiado y la socialdemocracia debe adaptarse si quiere conseguir
transformar la sociedad. El fin son las personas, por eso la globalización justa y
la revolución tecnológica son medios para hacer un mundo más sostenible social
y ambientalmente».
No pierdo el tiempo analizando un sinsentido.
Una muestra de cómo el lenguaje que se utiliza esconde mucha ideología es la siguiente imagen:
Nosotros, los socialistas, no estamos para ayudar a los que caen. Estamos para evitar que se caigan. Estamos para prometer a estas personas que cambiaremos todo, nos cueste lo que nos cueste personalmente, para que no se vuelvan a caer.
En definitiva, un acto cargado de la misma ideología que ha propiciado la caída de la socialdemocracia al punto en el que actualmente está. No podemos esperar otra cosa de alguien que desea un PSOE como el Partido Demócrata de los EE.UU. y que ha sido derrotado por Trump. Lean, para terminar, la ideología del coordinador de la Ponencia Económica en este post comentado: «La socialdemocracia ante un dilema. Liberal o socialista».
Y es que al final nos lamentaremos de que el PSOE ha supuesto «una experiencia frustrada» y nos quejaremos de que la sociedad no ha «entendido» lo que se le ofrecía. ¿En serio? ¿Es tan tonta la sociedad? En mi opinión no es así. Más bien, los cabeza-pensantes del partido han errado en su lectura. Si hubieran escuchado a la sociedad, seguro, no habría ocurrido.
Demasiada herramienta de comunicación, pero descontrol en aquello que no se dice, pero que al final comunica.
No se me olvida la ponencia, que habrá costado lo suyo (€). ¿Alguien lo sabe?