«Mejorar la vida de la gente.»


Para los economistas, mejorar la vida de la gente supone incrementar la capacidad de compra para poder satisfacer más y mejor sus necesidades. Si consideramos que la mayor parte de la población se gana la vida ofreciendo factor trabajo al mercado, alrededor de 24 millones según la EPA IIIT 2023, el salario que reciben a cambio resulta su principal fuente de ingresos para consumir. Claro está, que dentro de la población activa están los parados (pero son clase trabajadora) y dentro de los trabajadores existen múltiples casuísticas, aunque no se desvirtúe el razonamiento.

En muchas de las declaraciones desde el 2015, con la entrada de los gobiernos del cambio en municipios y autonomías, se puso de moda la frase «estamos aquí para mejorar la vida de la gente». En estos días, la Vicepresidenta segunda y ministra de trabajo Yolanda Díaz la suele repetir como escudo ante su mala gestión política del espacio «a la izquierda» del PSOE.

La burocracia sindical, con especial ahínco CCOO, ha auspiciado toda la operación anti-Podemos por diferentes motivos aunque el principal, en mi opinión, ha sido el espejo que les puso el partido morado y no gustarles su reflejo.

En demasiadas ocasiones la información en la que se nos presentan los datos tienen importantes sesgos. Este hecho no debería sorprendernos en el caso de los partidos políticos, pero sí cuando esta información proviene de la prensa (otro poder puesto en evidencia por Podemos). ¿Cuántos titulares habéis leído en los que se habla del incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) del 5%? En cambio, ¿cuántos sobre la pérdida de poder adquisitivo en el 2023 de quienes cobraban el SMI? Porque, en definitiva, es el real el que tiene en cuenta la evolución de los precios y el que determina el poder de compra de la clase trabajadora.

¿Se ha conseguido después de la crisis financiera, recuperar la capacidad de compra de las familias trabajadoras? La evolución en España de los salarios reales, ¿es similar a la de otros países de su entorno? ¿El Gobierno progresista ha supuesto una mejora en las condiciones materiales de nuestra clase? Todas estas cuestiones, y más, deberíamos planteárnoslas para tener una imagen del entorno más ajustada a la realidad.

Manuel Higalgo (@Manuj_Hidalgo) escribe para CincoDías.com un artículo en el que explica la evolución negativa de los salarios reales y explicando sus posibles causas, evolución de los salarios nominales y/o de los precios. Podemos observar como los salarios nominales han empujado hacia abajo el salario real de la «gente». Y, además, cuando este ha mejorado ha sido por una evolución positiva de los precios.

En un artículo publicado en Euronews se comparan diferentes Estados de la UE y observamos que, si bien en general la evolución de los salarios reales ha tendido a la baja en toda Europa, la evolución ha sido desigual entre países.

Podemos confirmar lo que Manuel Hidalgo decía en el artículo de CincoDías. Mala evolución de los salarios nominales y excelente, en comparación con el resto de países del entorno, de la inflación. En consecuencia, el poder adquisitivo de los salarios disminuyó el 2022 (-1.2%) y desde el inicio de la legislatura de la Coalición hasta 2023, la disminución acumulada fue de un 4%.

Si observamos los salarios medios anuales y su evolución desde el 2000 hasta finales del 2022 apreciamos como el nivel real del salario medio en España se sitúa en niveles del 2007. Pero si comparamos su valor desde el 2019 hasta el 2022, ha bajado de los 44.448$ hasta los 42.859$.

Elaboración Propia. Datos OCDE en $ del 2022.

Los datos son les que son y la tarea de la comunicación política es la que es, pero haciendo caso al refranero castellano, «dime de que presumes y te diré de que careces». Tanto el Gobierno como las centrales sindicales deberían esforzarse más en mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora y dedicar menos esfuerzo en cargarse a una fuerza política, que con aciertos y desaciertos, ha luchado por ello durante sus 10 años de vida.

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