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Nestlé SA es una de las mayores corporaciones que pueblan el Planeta. Multinacional de origen suizo, su sede central se encuentra en Vevey, y fue creada en 1867. Además de ser una marca reconocida, posee otras que, sin saber que pertenecen a este grupo, son muy conocidas en todo el mundo.
Cuando algunos economistas, léase, por ejemplo, J.K. Galbraith, criticaron el excesivo poder de estas inmensas corporaciones, fue porque no se regían a los dictados de las leyes de mercado. Y es en este aspecto en el que me voy a centrar, en como una misma historia puede afectar de forma diferente a dos empresas, una grande y otra PYME, pequeña, con 30 trabajadores.
¿Qué ha sucedido?
Se han encontrado trazas de carne de caballo en comida congelada de la empresa La Cocinera SA (perteneciente al grupo Nestlé España SA) cuando se suponía que era ternera. La cantidad no ha sido suficiente para considerarse fraude al consumidor, alrededor de 1%, a pesar de no aparecer en la etiqueta esta información.
Cabe señalar que no es un asunto exclusivo de Nestlé, sino que otras empresas, como Ikea, o en otros países, Reino Unido, también se ha producido.
¿Cómo se puede explicar?
Difícilmente. Estamos hablando que en Europa la carne que comemos no es exactamente lo que pensamos que es. Un asunto de tanta gravedad, sin poner en riesgo la seguridad alimentaria, debe tener un origen en las malas prácticas del sector cárnico. Produciéndose bien un problema de contaminación cruzada (más probable), o bien, mezclando carnes de diferente categoría, animales y precios, sin etiquetar.
En Europa, las empresas que trabajan con alimentos deben seguir unos procedimientos para prevenir las posibles contaminaciones de los alimentos, para así, que los alimentos, bien frescos, bien elaborados, lleguen perfectamente al consumidor final. Este procedimiento se denomina Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (APPCC, o en sus siglas en inglés HAPCC). Consiste en que los alimentos deben ser evaluados en cada fase que entren, asegurando que su calidad es la idónea, estableciéndose un responsable en la entrada de cada fase. Así se puede establecer una trazabilidad de la vida de los productos, lo que nos permite delimitar el origen de posibles contaminaciones. Se puede apreciar la diferencia entre un método de prevención, cómo éste, y otro de inspección.
Reacciones.
Nestlé ha roto su relación con la empresa que le suministraba la carne para la elaborar sus productos congelados. La empresa se llama Servocar, de unos 30 empleados que trabaja con todo tipo de carne, excepto de caballo.
Consecuencias.
Nestlé España SA apenas notará, en conjunto, una leve caída en su cuenta de resultados, que se puede compensar con otros productos o elaborando una fuerte campaña de comunicación. Pero, ¿y la PYME? Después de perder a, seguramente, su cliente principal tiene difícil su supervivencia. Fijémonos, también, por qué el nombre del proveedor se ha conocido. Ha sido la gran multinacional quien ha puesto a su proveedor ante el toro.
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JK Galbraith |
Análisis.
Ante tal circunstancia, ambas empresas, posiblemente, no han cumplido con su protocolo para evitar la contaminación cruzada. Porque, si bien, Servocar no trabaja con carne equina, su proveedor le tendrá que haber traspasado esta carne contaminada. Esta circunstancia se tendría que haber puesto de manifiesto en alguno de los controles rutinarios que se deben de hacer. Aunque la imprudencia es doble. ¿Se dio cuenta Nestlé? Sólo después de haber distribuido el producto, y tras haberse hecho público este escándalo en otros lugares.
El mercado debería castigar a Nestlé por no aplicar las normas de seguridad e higiene correctamente. El castigo a la empresa se trasladaría, a través de una cadena de transmisión, al proveedor. Pero esta es la teoría, y permítanme hacer de adivino. Nestlé sorteará el mercado, mientras la pequeña sufrirá el castigo de un sistema que no perdona los fallos. Mr Galbraith, you were in reason.
Si el mercado es incapaz de castigar a una empresa como se supone que debe hacerlo, si los Estados no tienen capacidad para hacerlo. ¿Quién lo hace?
Es de lo que me acuerdo cuando en los congresos de RSC repiten la recurrida frase: “las empresas serán responsables o no serán”. Seguidamente me pregunto, ¿por qué?
@Paco_Cervera
Webgrafía:
d. Sobre John K. Galbraith
e. Sobre el APPCC