¿Apostamos? Pacto PSOE-UP o elecciones.
En mi opinión ni una cosa ni otra. Bien en segunda ronda, o bien en septiembre, UP apoyará al PSOE y hará oposición parlamentaria.
Después de las Generales, la actitud del partido de la rosa ha cambiado con respecto del partido morado. Pero, cuidado, ya se intuía este cambio. El Pedro Sánchez izquierdista ha virado a su derecha para ocupar el espacio central que ha dejado libre el partido veleta, Ciudadanos.
Este cambio en la estrategia del PSOE no debería sorprendernos ya que su historia, en los 40 últimos años, está repleta de ellos. Malabares en comunicación para argumentar lo imposible ideológicamente.

Algunos indicios de este cambio se podía apreciar en la propia estrategia de campaña, más centrada en la movilización por miedo a V0X que en propuestas positivas en lo económico y lo social. Analicemos algunas propuestas que se hicieron y que desaparecieron, o empequeñecieron, a lo largo del tiempo que transcurrió entre antes de la moción, gobierno en minoría y tras elecciones.
El artículo 135 de la CE: Si bien no se habló, en ningún momento, de derogar este artículo, sí que Sánchez propuso su modificación puesto que dañaba la credibilidad del partido. Este artículo es aquel que se modificó una noche de agosto entre PP y PSOE que antepone los intereses de los acreedores del Estado a los propios de nuestra sociedad. (Aquí se habla sobre ello: https://cadenaser.com/ser/2014/11/25/politica/1416900444_229804.html )
El tema de las pensiones es otro asunto con múltiples lecturas por la indefinición del lenguaje que se usa cuando se habla de él. Antes de las elecciones, en un momento inicial, el equipo de Sánchez estaba en contra de la reforma que introdujo el PP y que aseguraba un crecimiento de la cuantía de las pensiones del +0,25% anual, más un factor de revaloriozación que ligaba el incremento a determinados criterios como el estado de cuentas del sistema. En febrero de 2018, el PSOE presentó una proposición no de ley que pretendía romper con este mecanismo de revalorización. Ligar los incrementos de las pensiones al IPC, pretendía mantener el poder adquisitivo de los pensionistas, tendría un sobrecoste de unos 1800 millones de euros que se esperaban recaudar con unos impuestos extrordinarios (lean aquí). Con el Gobierno socialista en minoría, controlado por UP y sin poder conseguir un pacto para los presupuestos, se aprobó, en el último Consejo de Ministras del año, un RD que incluía el incremento de las pensiones para 2019 (aquí). Buena medida, pero temporal y parcial. Pues bien, en la campaña se promete que «se garantizarán incrementos iguales al IPC y se (reformulará) el factor de sostenibilidad» (wait!!! Veremos por donde sale) [aquí]. Con ello se elimina la temporalidad de la medida de diciembre del 2018. Pero, ¿la parcialidad? Aquí tenemos un problema y lo sabemos todas. Fijémonos como han desaparecido los impuestos «extraordinarios» (deberían haberlos llamado invisibles) para financiar este incremento de gasto. No se puede confiar, exclusivamente, en una mejora del mercado de trabajo. Entonces, la alternativa pasa por la individualización de las cotizaciones, para evidenciar su coste, y que en años se tengan que complementar con aportaciones privadas. Lean las declaraciones de Octavio Granado en la web del PSOE. Y lo que dijo en estas declaraciones. Por todo ello, las promesas como blindar las pensiones en la Constitución no deben embelesarnos, los números están ahí y las ideas recogidas en declaraciones.
Por último, la derogación de la/s reforma/s laboral/es. Prefiero no escribir, que lo digan ellos.
En 2018, Adriana Lastra nos decía lo siguiente:
La «parte más lesiva de la reforma laboral», ¿qué será lo que significa eso? Lesiva para quién, cuáles son esas partes, … Preguntas que uno debe hacerse.
Pedro Saura nos da una pista:
Pero la Ministra Calviño nos helaba el corazón cuando afirmaba lo siguiente:

Ahora, en cambio, parece que sí que ha incluido en el documento base para negociar con UP la frase «revertir las partes más lesivas de la reforma laboral» pero en el marco de la negociación con los agentes sociales.
Pues nada, que todo está claro. O no. Yo ya que sé.
Es que resulta evidente que el PSOE se encuentra más cómodo en lo económico con Ciudadanos de compañero. No hay más. El toque socioliberal que parecía olvidado tras las primarias, estilo OT, del 2016, se ha quedado, durante este tiempo, bien guardado y cubierto por un discurso de nueva socialdemocracia. No ha sido una estrategia casual. La sangría por la izquierda estaba poniendo en riesgo la hegemonía en este espacio ideológico.
Si disponéis de tiempo podéis volver a ver el famoso programa de Salvados:
Los argumentos para no llegar con un acuerdo de coalición con UP son muy peregrinos y fácilmente refutables. Las formas con las que se ha llevado la no-negociación con el grupo morado ha sido muy desleal. Y a 2 semanas de la investidura lanza un resumen de su programa electoral para negociar. UP no se pegará un tiro en un pie, pero lo que ha demostrado el PSOE no ha sido ni agradecimiento ni justicia. Ellos sabrán.
La gente de izquierda solemos decir que la dignidad y la justicia son dos valores que nos diferencian de la derecha. Para ser «la izquierda» no lo han demostrado.
De momento.