Parece como si a la RSE se la hubiese tragado un gato. No se escucha, no se oye, se lee, pero muy poco. Y no es porque no haga falta que en 15 años por España no se ha entendido.
El otro día participé en un programa de Radio Balear junto a profesionales del sector turístico, el tema se debía centrar en el impacto del turismo sobre la sociedad. Pensé que si se hablaba de impactos de esta actividad se haría referencia, y no poca, a la RSE. Pues no. Si no llego a sacar el tema no se nombre el concepto tabú.
Una pena, ciertamente. En las Baleares estamos sufriendo como nadie el IMPACTO del turismo en nuestras carreteras, en nuestros bolsillos, en nuestra vida. El sector turístico se queja de la tasa turística que ha implantado el gobierno. Se dan todas las circunstancias para que la RSE tenga cabida. Pero no.
La poca RSE que hay es del estilo «el empresario quiere devolver a la sociedad parte de la riqueza que genera la empresa». Cuando escuchas esto piensas que mejor no continuar hablando. Cuando lees la memoria te das cuenta que es todo acción social y poco más. Lo dicho, una pena de esta confusión que no sé hasta qué punto es interesada.
Es entonces cuando eres consciente de qué la tasa turística era inevitable.
Simplemente como recordatorio, y si de paso alguien confundido se da por aludido mejor:
LA RSE TIENE QUÉ VER EN CÓMO LA EMPRESA GENERA SUS BENEFICIOS Y NO EN COMO SE LOS GASTA.
LEÑE.
Responsabilidad Económica 