Cuando explicamos, en clase, las opciones que tiene una empresa a la hora de ocupar un puesto de trabajo determinado, siempre comparamos las ventajas e inconvenientes de elegir a un trabajador de la propia empresa o bien, acudir a candidatos externos. Estos últimos aportan un nuevo aire al equipo de trabajo y en aquellos casos donde se requieran nuevas ideas, estos son los más adecuados.
Pues bien, parece ser que si cambiamos la visión de la empresa por la visión de país esto también sucede. Es decir, los inmigrantes suelen aportar nuevas ideas a determinadas economías que se traducen en innovación, crecimiento económico y empleo. El pasado marzo, la National Foundation for American Policy (NFAP) publicó un estudio titulado «Immigrants and Billion Dollar Startups» en el que se pone de manifiesto lo afirmado anteriormente para la economía estadounidense.
Un 51% de las compañías valoradas en más de mil millones de dólares han tenido en su origen a algún creador inmigrante. Además, un 25% de ellos llegaron a EE.UU. como estudiantes internacionales que posteriormente se arriesgaron en montar una compañía de tipo tecnológico.
La cantidad de empleo generado por esas empresas queda de manifiesto en la siguiente tabla:
La atracción de talento de las universidades americanas está detrás de este fenómeno. Algunos de estos personajes llegaron a los EE.UU. para estudiar en la educación superior:
Los países de origen de estos innovadores pueden observarse en la tabla 3:
Destacan la India, seguida de Canadá y Reino Unido. Países desarrollados «envían» a sus mentes brillantes a otro país a que innoven, lo que supone una gran pérdida de capital humano para los países exportadores de este factor.
Llama la atención que no aparezcan personas latinoamericanas, españolas, o del norte de África en esta lista. Un aspecto que requiere de un estudio más profundo.
También se podría estudiar si el factor más importante para aprovechar la fuerza innovadora de la inmigración es el propio inmigrante y las carácteristicas (esfuerzo, riesgo, tenacidad, lucha, etc) que se le suponen, o en cambio, son los factores económicos en los países de origen (país rico con educación de calidad) los que determinan que un innovador emigre a EE.UU.
La situación actual en Europa, donde una cantidad importante de personas quieren empezar una nueva vida huyendo de la masacre y destrucción de sus países, debería ser vista como una oportunidad, que si no la aprovechamos, quizás, nos tengamos que lamentar las próximas décadas.
Enlazo, para terminar, una noticia del The Wall Street Journal donde se habla sobre este estudio. No tanto para que la leamos, viene a decir lo que dice el estudio, sino por los comentarios que aparecen a la propia noticia. Gente trabajadora que teme a la gente trabajadora de otros países sin ser conscientes que pueden ser estos su esperanza de futuro.
En definitiva, piedras contra su propio tejado. En fin.