Felices Fiestas y mejor 2013


¡Felices Fiestas a todas las personas que estéis leyendo esta entrada!
El periodo de Navidad es especial en muchos sentidos, pero especialmente, en el caso de su espíritu. Cae como una espesa niebla sobre nuestras sociedades una especie de impuesto caritativo del que no podemos huir.
Viñeta de Forges (vista en lacafeterademorgana.wordpress.com)

Durante esta época se nos llenan las pantallas de actos en los que personas ayudan a otras sin esperar nada a cambio. Todo el mundo es consciente de que existen iguales con necesidades. Vemos una escena de guerra y sentimos una especial lástima por las personas que la están sufriendo, gente que pasa la Nochebuena en la calle de una gran ciudad y los policías les dan comida que han recogido por voluntad propia, asociaciones de xxxxx que se desnudan para recoger fondos para una escuela. En definitiva, tod@s somos buen@s en Navidad.
Todo parece bonito en estas fechas y me gustaría saber en qué lugar hay que presentar una instancia para que esta época dure todo el año, siempre. Si toda esta actitud durara todo el año sería perfecto, pero…
Se acaban, y con la consabida “Cuesta de Enero”, las Rebajas y la vuelta al trabajo, de quien tenga la suerte, se nos pasa todo hasta el próximo periodo navideño. Los comedores sociales están llenos, igual, y ya no hay tantas personas ayudando. La policía que les daba comida a los “sin techo” les vuelve a llamar pulgosos, y las asociaciones de xxxxx empiezan a pensar que l@s maestr@s de la escuela son muy holgazanes.
Con este simple (mucho) análisis se intenta hacer entender que la caridad es buena aunque tiene muchas objeciones:
– Depende de la voluntad de las personas.
– No es constante en el tiempo.
– Y necesita de otras personas que la necesiten.
En mi opinión, es preferible otra acción en contra de las personas necesitadas, ésta es evitar su existencia. Para ello, no tenemos otra opción que construir un Estado del Bienestar fuerte, indestructible, y olvidarnos de acciones esporádicas que sirvan para limpiar nuestra alma.
Preferiría que todo el dinero que se dedica a la Iglesia para “sus” obras caritativas, fueran en impuestos para que se construyeran elementos que impidieran que la gente necesitara de su caridad. Preferiría que los 20 millones que un gran empresario ha donado a una organización caritativa, los hubiese pagado en impuestos para que el Estado pudiera hacer frente al gran número de personas que necesitan de su protección; incluso, que parte de esa cantidad, se hubiese dedicado a mejorar la protección laboral de aquellos que fabrican las prendas que vende. Preferiría que alguna Duquesa, o hermanas de SM el Rey, dejaran de hacer mercadillos y sacaran su dinero de paraísos fiscales, y pagaran lo que tienen que pagar. Podríamos continuar un ratito más, pero creo queda claro.
Viñeta de Manel  Fontdevila en www.eldiario.es 
O conseguimos que el “Espíritu de Navidad” perdure todo el año, o hacemos que alguna institución democrática construya un Estado en el que no existan excluidos por razones económicas. Por ello, deseo para el 2013:

Sanidad, Justicia, Educación
PÚBLICAS Y DE CALIDAD
No por caridad, sino por DERECHO.
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