El Reino Unido ha decidido abandonar la Unión Europea por un 52% de votos a favor en un referendum. Las alas radicales de extrema derecha y extrema izquierda han celebrado el resultado.
Las consecuencias económicas de este hecho van a ser dispares a corto y largo plazo, devaluación de la libra, inflación en UK, posible recesión, etc. todo ello condicionado a la manera en qué se pacte la salida, según detalla el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea:
Artículo 50.
1. Todo Estado miembro podrá decidir, de conformidad con sus normas constitucionales, retirarse de la Unión.
2. El Estado miembro que decida retirarse notificará su intención al Consejo Europeo. A la luz de las orientaciones del Consejo Europeo, la Unión negociará y celebrará con ese Estado un acuerdo que establecerá la forma de su retirada, teniendo en cuenta el marco de sus relaciones futuras con la Unión. Este acuerdo se negociará con arreglo al apartado 3 del artículo 218 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. El Consejo lo celebrará en nombre de la Unión por mayoría cualificada, previa aprobación del Parlamento Europeo.
3. Los Tratados dejarán de aplicarse al Estado de que se trate a partir de la fecha de entrada en vigor del acuerdo de retirada o, en su defecto, a los dos años de la notificación a que se refiere el apartado 2, salvo si el Consejo Europeo, de acuerdo con dicho Estado, decide por unanimidad prorrogar dicho plazo.
4. A efectos de los apartados 2 y 3, el miembro del Consejo Europeo y del Consejo que represente al Estado miembro que se retire no participará ni en las deliberaciones ni en las decisiones del Consejo Europeo o del Consejo que le afecten.
La mayoría cualificada se definirá de conformidad con la letra b) del apartado 3 del artículo 238 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
5. Si el Estado miembro que se ha retirado de la Unión solicita de nuevo la adhesión, su solicitud se someterá al procedimiento establecido en elartículo 49.
Las consecuencias económicas están por verse, pero lo que más me preocupa son las causas que han llevado a los británicos a decidir salirse de la UE.
Desde la izquierda más radical, la salida se ha visto como una forma de romper con una UE construida en base a criterios capitalistas y de sumisión de la clase trabajadora a intereses de la clase dominante. Este argumento puede rebatirse con la lucha para cambiar esta estructura y crear la Europa de los Pueblos que siempre se nos vendió.
Desde la extrema derecha, la justificación visible ha sido la defensa del sistema de salud, NHS, que corría peligro si se continuaba en la UE. Aunque ha sido evidente que lo que se estaba debatiendo era la regulación de la inmigración en UK. Es extraño su interés en regular un fenómeno cuando los ingleses y demás británicos han ido por el mundo invadiendo zonas de cualquier continente. Merece estudio este caso. Esta justificación se puede rebatir haciendo ver, claramente, que la decisión sobre el NHS es interna y sobre la inmigración es psiquiátrica.
Los argumentos de la extrema derecha me preocupan pues no son exclusivos a UK. Hemos visto como en la Eurocopa que se disputa en Francia grupos de ultras de diferentes países se han ido dando matraca simplemente por defender a un equipo de fútbol. La peor Europa está aquí. Otra vez.
La relación entre ambas posturas contrarias a la UE se han ido retroalimentando a lo largo de los años de crisis. Las medidas austericidas impuestas por Alemania han ido creando un estado de desapego con aquello que nos unía, la solidaridad. La Europa de la unión económica no ha generado unas expectativas positivas en su base social.
No nos centremos solo en UK. Es que yo mismo en esta UE no quiero estar.
La imagen de un montón de refugiados hacinados ante una valla sin dejarlos entrar en nuestro territorio. El comportamiento de las instituciones europeas con el pueblo griego. Negociar un tratado, TTIP, sin permitir a su ciudadanía conocer lo que se está negociando. Una UE construída bajo las propuestas de los grandes lobbies. Esta tampoco es la UE que nos prometieron.
Las consecuencias políticas del resultado traerán cola tanto en UK como en el continente. Escocia e Irlanda del Norte han votado a favor de su permanencia en la UE. La ultraderechista francesa Le Pen ha exigido un referendum para Francia y en Holanda no se han quedado rezagados tampoco. La cascada de consecuencias políticas está empezando y veremos de qué forma se intentan frenar. Hemos retrocedido tres cuartos de siglo.
Por cierto, siento envidia de los brits a los que se les pregunta todo y se aceptan los resultados sin más. Siento envidia porque sus políticos tienen seny y dimiten cuando lo tienen que hacer.
Bye bye a quien jamás vino del todo.